Dádivas que humillan


Si el gobierno del presidente Leonel Fernández tiene toda una estructura de asistencia social montada a través del Plan Social de la Presidencia, de la Lotería Nacional, de la Dirección General de Desarrollo de la Comunidad y de cuantas dependencias se le antoje, por qué someter a decenas de mujeres pobres al humillante suplicio de esperar una dádiva, como regalo del Día de las Madres, amontonadas en una larga y tortuosa fila.
Las imágenes de ese hecho, que aparecen en una crónica del periodista Adalberto de la Rosa, publicada en www.hoy.com.do, muestran cómo jóvenes madres y hasta ancianas que apenas podían caminar esperaban ansiosas, frente a la casa del mandatario, dinero en efectivo con el que cumplirían su sueño del día: comer, comprar medicinas, ropa, el alimento de los hijos, saldar una deuda o simplemente ir a un salón de belleza a complacer su vanidad de mujer.
La verdad es que choca que, un hombre de tantas luces, que sabe el daño que le ha causado a este país el paternalismo en sus formas más denigrantes, se preste a este espectáculo que recuerda al expresidente Joaquín Balaguer, el padre de las dádivas que humillan.

2 Response to "Dádivas que humillan"

  1. Unknown 1 de junio de 2010, 9:46
    Absolutamente de acuerdo. Parece que éste es el inicio de lo que serán los próximos años en que el señor presidente dejará ver quién es en realidad porque a nadie le cabe la duda de que ese señor es un simulador. No sé porqué me llegan a la memoria esos grandes capos del narcotráfico que mientras van en ascenso son muy discretos y casi invisibles pero cuando alcanzan el poderío entonces se exhiben y hacen lo que les place porque ya tienen todas las conciencias compradas. Es ahí cuando dejan salir su verdadero 'YO' en el que hay una admiración oculta por cosas como la humillación que describes y que fue tan criticada al ex presidente Joaquín Balaguer.
  2. Unknown 2 de junio de 2010, 11:00
    Creo que eso lo hacen porque la gente va a recoger esas migajas. Si tuviéramos una población conuna autoestima como la que exhiben aquí en Madrid, por ejemplo, otra sería la historia. Aquí en Madrid no ves un dominicano o una dominicana en las filas de las iglesias que reparten ropa,ni en la Cruz Roja que da alimentos, ni en los comedores públicos. Aquí les sale a relucir una dignidad que en su propio país no conocen o no utilizan.
    En RD es decir: Allí dan patadas por el c... y de inmediato hay un molote para que le toque una, o varias. Es una pena.

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