El negocio de las encuestas
Los políticos dominicanos ahora nacen con las encuestas debajo del brazo. No hay candidato, por pequeñas que sean sus aspiraciones, que no presente lo que quiere vender como su patente de triunfo: los resultados de una encuesta.
Y el cuento es creíble, porque es cierto, hay mediciones que, cuando se hacen con estricto apego al protocolo estadístico, suelen acercarse a los resultados finales, al margen de las eventualidades que inciden en la decisión final de los electores.
En este año pre electoral vemos cómo los dos precandidatos a la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) bombardean sus triunfantes resultados. Miguel Vargas e Hipólito Mejía serán ganadores de la convención interna que se realizará en marzo próximo.
En el Partido de la Liberación Dominicana la magia llega más lejos, pues el vicepresidente Rafael Alburquerque, en lo que canta un gallo, sale en sus encuestas con más porcentaje que Danilo Medina, el sempiterno pre candidato a la presidencia de esa organización y quien, por demás, tiene un liderazgo indiscutible.
En esta guerra de sondeos quién pierde, el candidato que sabe que miente y maquilla su propia realidad política, la firma encuestadora que lo da como ganador por un puñado de dinero, o la democracia, la maltrecha democracia dominicana que hasta ahora sólo nos sirve para cambiar a un presidente cada cuatro años.
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